Anapanasati

Su práctica se remonta al propio Buda y está contenida en varios sutras de gran antigüedad, principalmente el Anapanasati-sutta y el Satipatthana-sutta.

El usuario centra su atención en la respiración, notando cómo el aire entra y sale de los pulmones con cada inhalación y exhalación, sin intentar controlarla, y si la atención se extravía, como es natural que suceda, vuelve a depositarla gentilmente sobre la respiración.

[2]​ De esta manera, la mente desarrolla calma, concentración y estabilidad contra las distracciones y el pensamiento discursivo.

[3]​ La tradición ha desarrollado múltiples maneras de centrar la atención en la respiración, incluyendo la sensación del aire en las fosas nasales, el diafragma al hincharse y deshincharse o toda la respiración como un acto unificado, sin ninguna localización específica.

[3]​ La práctica ortodoxa budista no se detiene en la mera contemplación de la respiración, sino que progresa en fases que añaden cognición al esfuerzo a medida que el meditador las domina, aunque éstas son en última instancia indistinguibles de la dimensión alcanzada por la respiración sola.

Autores budistas también advierten que el meditador no debe enfrentarse a la meditación tratando de obtener de ella un determinado estado, porque cuanto más lo intente conscientemente más lejos estará de hacerlo.

[El meditador] practica de esta manera: "inspiraré experimentando la totalidad del cuerpo"; practica de esta manera: "espiraré experimentando la totalidad del cuerpo".

Las dos primeras fases describen la simple contemplación atenta de la respiración, sin tratar de controlarla o doblegarla como sí se practica en el pranayama u otros ejercicios respiratorios.

De la primera fase se pasa naturalmente a la segunda a medida que la respiración se vuelve más corta y leve con la llegada de la relajación.

La tercera y cuarta introducen un nuevo elemento que parece requerir una actividad adicional por parte del meditador, aunque su interpretación exacta varía.

La "totalidad del cuerpo" se traduce a veces como un proceso de escaneado corporal, extendiendo la sensación calmante por el resto de la anatomía, mientras que otras se traduce como la totalidad del cuerpo de la respiración, de manera que no serían sino una consecuencia de las dos anteriores.

Los Āgamas, por su parte, describen el proceso como trece reglas generales que el meditador debe obedecer.

[El meditador] contempla totalmente las inspiraciones y espiraciones del cuerpo, consciente de todas ellas.

Cuando no hay respiración, es consciente de su ausencia.

Efigie de Buda en meditación. siglo III , Gandhara .
Buda en meditación. Borobudur .
Buda en meditación. Dinastía Ming .
Monje tailandés meditando.