Isaac Rielo Carballo[2] apunta que el término se debió a la corrupción de la palabra Odoario.
Aunque hoy en día solo quedan unas ruinas, en este lugar hubo una casa grande adosada al foso del Castro de Amboade.
La casa es bien visible en la Fototeca del vuelo americano de 1956, albergando varias alas y hasta a tres familias.
La portada principal de la misma estaba orientada al sureste y hasta ella llegaba un camino que venía desde Rachelo.
En los años 70 la casa sufrió un incendio cuyas devastadoras consecuencias pueden verse claramente en las fotos del vuelo interministerial de 1973.