El alto islandés (háfrónska) es una lengua construida, llena de metáforas y arcaísmos del idioma islandés moderno, iniciada por el belga Jozef Braekmans y desarrollada por un pequeño grupo de islandeses.
El objetivo es crear algún recurso simbólico para los islandeses que no se sienten bien con la internacionalización de su lengua materna y que quieren hablar una lengua materna que suene lo más medieval y pura posible.
El proyecto llamó la atención de algunas medios de comunicación en Islandia, pero como el Alto Noruego (høgnorsk) en Noruega, la lengua no tiene ningún estatus oficial en Islandia.
El énfasis en el alto islandés está sobre todo en el málgjörhreinsun (ultrapurismo).
Esto quiere decir que todo lo que puede estar expresado por el sonido es un objetivo para la intervención purista, incluso los nombres propios, geográficos y químicos.