Situada en la costa este del país, en la desembocadura del río Silis, fue destruida primero por Atila en 452 y abandonada gradualmente por sus habitantes, que buscaron refugio en las islas de la laguna, como Torcello y Burano, en la zona donde más tarde se construiría Venecia.Los hallazgos e inscripciones funerarias vénetas muestras que fue un núcleo tan pronto como el siglo V a. C. Creció en importancia con la romanización de la región y específicamente con la construcción de la Via Annia (131 a. C.), que la atravesaba, comunicando Atria con Aquilea.[3] Sobre el 452, Atila el Huno capturó la ciudad y quemó su mayor parte, junto con varias otras ciudades cercanas.Los supervivientes se refugiaron en las islas de los lagos, fundando asentamientos que terminarían conociéndose como Venecia.En el siglo XV apareció un nuevo asentamiento que se convertiría en el cercano Quarto d'Altino.