En 1524 su padre falleció y su hermano mayor, Tahmasp I, llegó al trono.
Sin embargo, en 1547 volvió a rebelarse y fue vencido.
Esto provocó el reinicio de las hostilidades entre turcos y persas.
En 1549, para lograr la paz, el sultán dejó de prestar protección al príncipe persa, quien debió huir a Ardalán, una región de mayoría kurda vasalla del sah.
Ahí fue capturado por su hermano y encerrado en el fuerte de Qahqahan.