Alphonse Beau de Rochas

Beau de Rochas era uno de la Compagnie du Midi, cuando decidió dejar su puesto para poder comprobar sus propias ideas y llevar a cabo sus experimentos.

Sin embargo, aceptó una forma de colaboración no retribuida en el laboratorio de Erouard, constructor de aparatos científicos, a cambio del acceso al instrumental.

Vivía en una chabola en Vincennes y se trasladaba a pie cada mañana, hiciese el tiempo que hiciese, al Bulevar Voltaire, pues no disponía del poco dinero necesario para pagar el billete del ómnibus de caballos.

En mayo de 1891 acabó por sucumbir a las penalidades, aun cuando la ayuda de 3.000 francos que le hubiera permitido obtener la beca que le buscó Hirsch, director del Conservatoire des Arts et Métiers, le hubiese evitado morir literalmente de hambre.

Privado de todo reconocimiento en vida, su trabajo fue valorado por una monografía del alemán Gulner en 1911 y en una reunión presidida por André Labarthe en enero de 1936 para la Société des Ingénieurs de l'Automobile.