Los almas (voz mongola) son un mito originario de Mongolia y el Cáucaso sobre unas criaturas salvajes.
La palabra misma significa “hombre salvaje”;[1] se dice que son seres trogloditas, de largos cabellos rojos en todo el cuerpo, frentes abultadas y comportamiento totalmente primitivo.
Numerosos testimonios han sido recogidos en los países que comprenden la cordillera del Pamir, donde es nombrado con diferentes nombres: En Kazajistán se le conoce como Ksygyik, en Tayikistán es conocido como Golub-yavan, Barmanu en Afghanistán y Pakistán.
Así Dmitry Bayanov, Igor Bursev y Mikhail Trachtengerts se dedicaron a demostrar la existencia de dichos neandertales en el Cáucaso.
En este año, Hans Schiltberger reportó sus avistamientos de estas criaturas mientras era prisionero del Khan mongol.
[cita requerida] Las Almas en la región del Cáucaso son conocidas también como Biaban-guli y en 1899 el zoólogo ruso Konstantin Satunin vio uno en las montañas Talysh, al sur del Cáucaso, en donde testifica que "dicha criatura tiene totalmente movimientos humanos".
[2][4] En 1929, una pequeña tropa del ejército soviético buscaba a un grupo de soldados enemigos, que supuestamente se escondían en una apartada caverna en la actual frontera con Kazajistán.
[2] Según los criptozoólogos, el pediatra Iván Ivlovs estudió una familia entera de almas en 1960[cita requerida].
En 1964 Dmitry Bayanov comandó una expedición a la República Kabardia-Balkaria donde recogió numerosos testimonios de personas que afirmaban haber visto "diablos" a los que llamaban por distintos nombres: almasti, mozylkh, kaptar, gul o shaitan.