Es uno de los verdaderos grandes, por muy modesto que fuera, según el autor Miguel Marías.
[1] La familia se trasladó del Canadá a los Estados Unidos cuando Joseph Aloysius tenía tan sólo once años.
El futuro cineasta se licenció en 1907 como ingeniero electrotécnico en la universidad y empezó a trabajar en una compañía eléctrica en Chicago.
Por ese tiempo, algunos de los primeros directores viajaban a California donde el clima les permitía seguir trabajando.
Pensó que era el final de las artes nuevas, pues lo veía como una prolongación del teatro y no como imágenes en movimiento.
Hizo Entre dos corazones (1931), y Mientras París duerme (1932), ambas de interés; rodó tres filmes enseguida en Inglaterra.