Al igual que Henri Poincaré, Bucherer creía en la validez del principio de relatividad, es decir, que todas las descripciones de los efectos electrodinámicos deberían contener sólo el movimiento relativo de los cuerpos, no del éter.
Sin embargo, fue un paso más allá e incluso asumió la inexistencia física del éter.
Pero la teoría estaba vagamente formulada y en 1908 Walther Ritz demostró que la teoría de Bucherer lleva a conclusiones erróneas con respecto a la electrodinámica.
Independientemente de él, Paul Langevin desarrolló un modelo muy similar en 1905.
Pero en 1938 se demostró que todos los experimentos de Kaufmann, Bucherer, Neumann, etc. sólo mostraban un aumento cualitativo de masa, pero eran demasiado imprecisos para distinguir entre los diferentes modelos.