Alfonso Bravo de Laguna, O.F.M.
[1] A la muerte de monseñor Tomás Manso en 1659, se le nombró vicario capitular de la diócesis de Nicaragua y Costa Rica.
[4] Debido a que monseñor Juan de la Torre y Castro, sucesor de Manso, murió a los seis días de haber llegado a Nicaragua, continuó como administrador de la diócesis.
[4] En julio de 1664 el rey Felipe IV de España presentó su candidatura como obispo de Nicaragua y Costa Rica, pero no fue sino hasta el 1 de septiembre de 1670 cuando el papa Clemente X lo designó como tal.
[1] En 1674 efectuó una visita pastoral a Costa Rica, pero apenas la empezaba cuando murió súbitamente en la ciudad de Cartago, capital de esa provincia.