Las alfombras mágicas han aparecido en la literatura desde casi la época bíblica hasta la actualidad.
Aunque eran un tema principalmente árabe o indio, la popularidad de Las mil y una noches atrajo sobre ellas la atención del público occidental.
En los cuentos populares rusos, Baba Yagá obsequia a Iván el Tonto con una alfombra voladora o algún otro regalo mágico (por ejemplo, una bola que rueda frente al héroe indicándole el camino o una toalla que puede convertirse en puente).
Estos regalos ayudan al héroe a hallar su camino durante sus aventuras.
El pintor ruso Víktor Vasnetsov ilustró estas historias representando una alfombra voladora en dos ocasiones.