Alfar romano del Cerro de Ceuta

Durante la Guerra del Francés, con motivo de la ocupación francesa de Puerto Real, se instaló en el Cerro de Ceuta una batería que formaba parte del sistema ofensivo francés frente a Cádiz, batería destruida una vez retirado el ejército enemigo.

No obstante, la concentración, disposición y composición de los restos materiales, situados en torno a dos zonas concretas, permiten delimitar la posible existencia y localización de dos hornos.

Parte de la escombrera ha sido puesta al descubierto por las obras realizadas en un caserío cercano, lo que ha permitido recoger datos completos, pues lo existente en superficie estaba extremadamente fragmentado y rodado.

Probablemente asociada a los hornos anteriores, su destrucción ha impedido conectar ambos ámbitos.

[3]​ Esta área conformada por los denominados «barreros» debió de ser una zona tradicional para este fin.

También abundan pastas amarillentas, que se tornan verdosas en aquellas piezas pasadas de temperatura.

La textura que presentan es homogénea y compacta, con desgrasantes medios en general, aunque a veces aparezcan degradantes gruesos, con carácter intrusivo.

El mal estado y la brevedad de las siglas conservadas impiden cualquier conjetura en tanto no aparezcan nuevos ejemplares.

Los tipos reconocibles se adscribirían a la forma I, concretamente a la I-b y la I-c.[4]​ Estas vasijas están ampliamente documentadas en la zona, donde han sido fechadas en época altoimperial, siglos I-II d. C.[5]​[6]​ Estas ánforas parecen destinadas para el envasado de salazones: garum y otras salsas.

[8]​[9]​ Otros, localizados en el interior del actual casco urbano de Puerto Real, como el ubicado bajo la antigua Fábrica Lavalle (destruido sin estudiar), o el excavado por urgencias en la finca «El Gallinero» donde que se han detectado estructuras que parecen corresponder a un horno de planta circular.

Si bien no se han documentado hallazgos significativos anteriores al siglo I a. C., ni de época romana ni púnica, en el territorio estudiado, desde el río San Pedro, en el límite con Puerto de Santa María, hasta el caño Zurraque, cercano a San Fernando.

En dicha zona no han sido hallados elementos que permitan suponer una tradición en esta actividad, que dé continuidad desde épocas anteriores, como sin embargo sí ocurre en la zona circundante donde los hallazgos de alfares y factorías de salazón se remontan al mundo púnico.

Mosaico de Baco , hallado en el entorno geográfico de Puerto Real.