El regimiento estaba formado íntegramente por mujeres voluntarias, desde las técnicos hasta las pilotos, todas ellas de una edad cercana a los veinte años.
La propia Marina Raskova las acompañó hasta su destino y luego dio un conmovedor discurso de despedida antes de regresar a Engels.
En su nuevo destino el regimiento quedó adscrito al 4.º Ejército Aéreo al mando del mayor general Konstanín Vershinin.
[3] A pesar de haber sido entrenada como navegante, inicialmente trabajó como maestra de armamento y luego como mecánica aeronáutica.
[9] A lo largo de su extensa vida, Alexandra Akimova recibió las siguientes condecoraciones:[9]