Alekséi Kuropatkin
Tras la guerra, escribió un historial de las operaciones, detallado y conteniendo críticas constructivas, que fue muy bien recibido.Sus opiniones se hicieron aún más firmes tras una visita a Japón en junio de 1903.[3] A diferencia del virrey Yevgueni Alekséyev, no deseaba emprender operaciones trascendentales contra los japoneses hasta haber reforzado notablemente su posición en Oriente.Tras la nueva derrota rusa en la batalla de Mukden, fue relevado del mando, que pasó al general Nikolái Linévich.Luego se retiró a su provincia natal, donde enseñó como profesor en una escuela de agricultura fundada por él mismo hasta su muerte, en 1925.