Allí pinta sus dos cuadros famosos: Austeria Rzymska (Austeria Romana) y Gra w mora (Juego de la mora), que trae a Varsovia a principios del 1875 y expone en Galería Nacional de Arte Zachęta.
La obra W altanie (En el gazebo) pintada en este período anuncia la llegada del impresionismo y es fruto de largos estudios preparatorios (por ejemplo Cilindro en la mesa, El señor en el frac rojo, entre otros).
Los años 1879 – 1888, en los que Gierymski está en Varsovia, se consideran el mejor período de su creación artística.
El cambio del ambiente le permite evolucionar como artista, de modo que empieza a pintar obras menos personales y se focaliza en el paisaje (las vistas del castillo Kufstein, Frangmento de Rotemburgo, los paisajes costeros).
La estancia le ocasiona el renovado interés por la vida humana - pinta el Ataúd de los campesinos.
A pesar de que muriera en un hospital para enfermos mentales, es un artista quien dejó una obra única.