Durante su mandato, intentó reparar la relación entre la OEA con su miembro más importante, los Estados Unidos.
Apoyado por sus políticas anticomunistas, Orfila sin embargo se opuso activamente a la ola de abusos contra los derechos humanos en América Latina.
Sin embargo, este apoyo, así como el de las Naciones Unidas y varios otros organismos internacionales, no compensaron la oposición del Presidente Reagan a la iniciativa.
Le sucedió el Viceministro brasileño de Asuntos Exteriores, João Clemente Baena Soares.
En 1985, Orfila fue demandado por un subordinado anterior, Carr Donald, supuestamente por haber sido despedido sin causa.
La demanda fracasó, sin embargo, y en 1986, un tribunal de apelación confirmó la sentencia contra el Sr. Donald.
Según los folletos de la empresa, Alejandro Orfila vivió en el Rancho Santa Fe (a 22 km al oeste de su viñedo, a pocos kilómetros del océano Pacífico), con su segunda esposa, la alemana Helga.