A pesar de una situación internacional precaria, consiguió mantener una relativa estabilidad económica en su reino e intentó establecer contactos con el Zarato Ruso.Alejandro II continuó con la política tradicional de sus predecesores, centrada en mantener la paz con sus vecinos.Aun así, afrontó una tarea difícil para maniobrar entre los Otomanos y los Safávidas que pretendían la hegemonía en el Cáucaso.El movimiento no impidió, sin embargo, que Kajetia fuera atacada por los súbiditos del Shamkhal de Tarki, aparentemente instigados por agentes otomanos.De vuelta en Kajetia, Alejandro se encontró con una embajada rusa que solicitaba su apoyo en una campaña contra los shamkhal.