En 1891 expone su obra Consolatrix Afflictorum en la Trienal de Biera y adquiere notoriedad por sus cualidades pictóricas.
Dotado de una cierta habilidad compositiva y una predilección por el color, se especializa en el retrato, en particular la figura femenina.
Unos pocos años más tarde, sin embargo, abandona la verdadera pintura para dedicarse a lo que llamó la "pintura elemental", o sea los gráficos publicitarios.
Entre los principales cuadros de la Villa es posible citar los dos presentados en 1906, en Milán, con ocasión de la exposición para la apertura de la Simplon Túnel (Rayos pasados y Escalofríos), otras pinturas importantes están en la Galería de Arte Moderno de Milán: Primavera, Pablo y Virginia, Máscara, La muerte de los pobres, Femenino y Sala degli arazzi in palazzo Clerici.
En el techo del Teatro Nacional de Costa Rica está su obra alegórica del café y el banano.