Alcides Mendoza Castro

Su vocación sacerdotal se inició a los 7 años, con el ejemplo dado por los misioneros redentoristas Carlos María Jurgen y Florencio Coronado.

Tradujo la misa y el misal al quechua, las hizo aprobar por la Santa Sede y fue el primer sacerdote del mundo en celebrar misa en este idioma.

En 1985 recibió la visita de Juan Pablo II la arquidiócesis del Cusco.

Allí el hoy papa beato le impuso el palio arzobispal.

Su cuerpo fue trasladado a Cusco y enterrado en la cripta de su Catedral.