Participó en el Movimiento Nadaísta con Gonzalo Arango, Elmo Valencia, Jotamario Arbeláez entre otros.
Su obra poética se inicia en la pregunta por la forma y por el contenido para la escritura de un poema que dé cuenta de los trajines, grietas y acechanzas que revientan la existencia humana cada vez más despojada de sentido, tanto en lo íntimo como en lo global de sus usos y gastos.
Su escritura cuestiona la inspiración de uso repentista, fácil para tramar burlando la poesía.
Al mismo tiempo evidencia que la inspiración es una disciplina que perturba y descodifica los lugares comunes, arrojando al vacío donde es posible la creación.
Su poesía ha sido recogida en revistas y antologías.