Sucedió a su padre cuando murió el 28 de marzo de 1824, aunque ya llevaba prácticamente ejerciendo desde unos años atrás, en que su padre Mahmud ibn Muhammad se sintió enfermo y le dejó a él la regencia.
Su participación, que consistió en el envío de unos barcos, acabó con la destrucción de la flota por anglo rusos bajo la dirección del vicealmirante Edward Codrington en la Batalla de Navarino en 1827 (sólo se salvaron dos barcos tunecinos).
Entonces comunicó a Francia que observaría una estricta neutralidad en su conflicto con Argel.
Desde esa fecha, Túnez, entra en un período en que la presencia europea se dejarán sentir poco a poco en crecimiento, después de la influencia francesa, aumentando el comercio entre Marsella y Túnez y la llegada a esta ciudad de muchos italianos, malteses, franceses y griegos.
Quiso intervenir militarmente en la Tripolitana tras los incidentes en el territorio entre 1832 y 1835, pero la Puerta impuso la administración provincial directa y cortó de raíz su pretensión.