Fundó una escuela anarquista en su ciudad natal que el gobierno griego cerró por difundir ideas antigubernamentales.
Las autoridades se incautaron de numerosos libros y panfletos publicados por la escuela en los que constataron que contenían doctrinas anarquistas y denunciaban al rey.
Para cuando el rey llegó al hospital, ya estaba muerto.
Al principio, se negó a explicar su motivación, pero, cuando un agente le preguntó si no tenía «compasión» por su país, respondió que estaba en contra de los gobiernos.
[4] Como Schinás mantuvo la calma durante todo el proceso, se pensó que no era «responsable de sus actos».