El abogado y autor teatral Héctor Llan de Rosos y su esposa, quienes buscaban adoptar a una niña, eligieron entre muchas a Aimé luego de escuchar su magnífica voz.
[11] En 1973 ingresó al Coro Polifónico Nacional y allí descubrió lo que verdaderamente significaba la música para ella.
Allí sintió consternación y humillación de pertenecer a un país que niega sus raíces.
[13] Señaló Rafanelli que lo valioso de Aimé Painé es que fue la primera mujer mapuche en salir de gira como tal, con la vestimenta tradicional, y la primera en cantar en mapuche y en explicar esa cultura.
[15][16] Se encuentra enterrada en su ciudad natal junto a la tumba de su padre, Segundo Painé, fallecido luego que su hija,.