Antes de ser designado como Presidente de Turquía ejerció el cargo de presidente del Tribunal Constitucional turco.
Se presentó como candidato independiente a la presidencia con el amplio apoyo de los sectores laicos del país.
Ha sido el primer presidente turco en no haber estado anteriormente afiliado a un partido y sin haber ocupado un cargo político hasta ser designado presidente.
Está considerado como un reformista, que defendió la separación entre Estado y religión y la liberalización de la economía.
Consiguió abolir la pena de muerte y reformar el Código Civil del país, haciéndolo más equitativo en relación con las mujeres.