Estudió medicina, se especializó en traumatología, y fue presidente de la Sociedad Española de Traumatología, manteniendo muy buenas relaciones con Portugal, el Colegio Internacional de Cirujanos y la Sociedad latinoamericana de Ortopedia.
Fue promotor cultural, participando en la editorial Galaxia, la fundación Penzol, el Museo del Pueblo Gallego, el Centro Ramón Piñeiro y la fundación Camilo José Cela.
Su primera obra fue la que más amaba: la Casa Museo Rosalía de Castro en Padrón.
Fiel católico como Alexandre Bóveda, Florentino López Cuevillas, Vicente Risco o Don Ramón Otero Pedrayo, colaboró en la revista gallega de pensamiento cristiano Encrucillada hasta su muerte.
Pronunció 152 conferencias y 9 proclamas, escribió once prólogos de libros y 959 artículos.