Hasta la muerte del Santo, la Orden tuvo casas y desplegó su actividad solamente en Italia, aunque había intentado sin éxito fundar en Francia y España.
Hasta entonces solamente poseía casas residenciales donde vivían los religiosos o casas que servían para la formación de los candidatos a la vida camiliana, y también para la asistencia de los religiosos enfermos.
Los religiosos vivían casi exclusivamente de las limosnas y su trabajo era totalmente gratuito.
Los religiosos camilos son 1.121 distribuidos en 43 países del mundo,[2] incluyendo sacerdotes y hermanos.
Su distintivo oficial es un hábito negro con una cruz roja en el pecho, signo que indica a Cristo sufriente en la persona del enfermo.