Nicolás se caracterizó por su piedad, su vida de incansable oración, su ayuda social hacia los enfermos y los más necesitados, y por su amor a Cristo y la Eucaristía.
A comienzos de 1964 sufrió los primeros síntomas de su enfermedad: un cáncer óseo que le provocó la muerte a muy temprana edad.
Murió en Roma ese mismo año, a la edad de 21 años.
Su proceso de beatificación empezó en el año 2003, y en ese mismo año, surgen los dos primeros milagros atribuidos a él en su causa de beatificación en tierra chilena: La curación milagrosa de la joven María Mercedes Correa Maldonado, hija de la destacada escritora chilena María Ester Maldonado, y de un carabinero herido en el sur de Chile.
Fue declarado Siervo de Dios en 2005.