Afasia de Wernicke

Broca propone que esta área localizada en la tercera circunvolución frontal izquierda es la encargada de coordinar la articulación del lenguaje.

A la alteración del lenguaje asociada con esta área la nombró primeramente como afemia, aunque posteriormente se ha adoptado el término «afasia».

[3]​ Wernicke estudió una serie de pacientes con daños en el lóbulo temporal, en una zona muy cercana a la descubierta por Paul Broca.

En su modelo señala que la vía sensorial procedente de los receptores auditivos hasta la corteza auditiva, y la vía motora procedente de la corteza y dirigida hacia los órganos que forman el aparato fonador, también formarían parte del modelo.

[3]​ Según Wernicke los seres humanos serían capaces de hablar porque: El modelo de Wernicke-Lichtheim (también denominado modelo clásico) se ha usado como la principal explicación detrás del procesamiento del lenguaje y las dos afasias principales: Wernicke y Brocca.

Estas corrientes no son circuitos unidireccionales como proponía el modelo clásico; éstas establecen conexiones bilaterales entre distintas regiones del cerebro, las cuales cooperan de distintas maneras para facilitar la función de dicha corriente.

Estando ubicada a lo largo del lóbulo temporal, esta corriente incluye el área de Wernicke.

Funcionalmente, esta corriente posee una interfaz léxica y una red combinacional distribuida en distintas regiones del lóbulo temporal.

Ambas corrientes se conectan entre sí, permitiendo comunicación entre nuestras capacidades motrices y de comprensión.

Mantienen las convenciones sociales, y hablan a pesar de no entender lo que se les dice.

El paciente con afasia de Wernicke puede escribir con facilidad, pero con una jerga paragráfica fluente, con estructuras similares a las que presenta en el lenguaje hablado.

Conexión entre las áreas de Broca y Wernicke por el fascículo arqueado