Sus juegos eran notables por ser la primera implementación del género de aventuras en correr en un sistema microcomputador.
El derecho de autor para sus juegos se revirtió al banco y eventualmente retornó a Scott Adams que los lanzó como shareware.
Una peculiaridad en el programa de análisis sintáctico del juego proporcionaba una sorpresa mórbida no intencional.
Esto resultó no ser una característica planeada; el programa de análisis encontraba el comando "swim" ("nadar") empotrado en la frase "confess to war crimes", y el nadar a través del río era invariable un movimiento fatal.
La solución real al juego no fue menos macabra, implicando metiéndose a uno mismo en un bolso para cuerpos que se sacaría del país por un helicóptero de evacuación.