Al día siguiente, se estableció una administración militar para Luxemburgo.
Los intereses luxemburgueses estaban representados por una comisión gubernamental dirigida por Albert Wehrer, que estaba formada por altos funcionarios y había sido legitimada por la Cámara de Diputados.
Había una buena relación entre esta comisión y las autoridades militares, ya que el coronel Schumacher mostró una actitud abierta hacia los problemas del país y una voluntad de resolverlos en consulta con la comisión de gobierno.
[2] Su objetivo principal era empujar a la población hacia una posición amigable con los alemanes por medio de la propaganda, y fue esta organización la que utilizó la frase Heim ins Reich.
Varios diputados y funcionarios de alto rango opinaron que Luxemburgo podría conservar cierta autonomía bajo la administración militar, como había ocurrido en la Primera Guerra Mundial, y se intentó llegar a algún tipo de arreglo con Alemania.