Su primer trabajo un golpe finalizados los estudios fue como auxiliar de biblioteca a Vendrell; unos meses más tarde fue nombrada directora.
Riera recorrió la sanción y el juez pidió un segundo informe a la Falange de la localidad, que nunca llegó.
La bibliotecaria pidió al nuevo alcalde, Josep Jou, que enviara peones para retirar los libros enterrados bajo el escombro.
Me resumen, todo aquello que fuera en contra de las ideas del bando nacional.
Durante años, Riera intentó que las obras volvieran a la Biblioteca Popular de Figueras, sin éxito.