Tomó conocimiento del futurismo a través de su compatriota trentino Fortunato Depero.
A través de Gino Pollini entra en contacto con el «Grupo 7», en el que ingresa como miembro.
Gracias a estas conexiones tuvo una prolífica carrera durante el régimen fascista y diseñó muchos edificios destacados durante los años 1930, algunos de los cuales son obras maestras del movimiento moderno internacional.
Durante el periodo fascista, todos los arquitectos estaban legalmente obligados a unirse al partido; pero los de más éxito fueron más allá y se convirtieron en importantes miembros del partido.
Desde 1953 Libera se dedicará a la enseñanza universitaria, actividad que desarrolla hasta 1963, año de su muerte.