Estas culminaron con el Acta de Sudáfrica, que fue presentada entonces al Parlamento británico para su aprobación.
Esta cuatro colonia formadoras se convertirán en las Provincias constitutivas originariamente de la Unión Sudafricana, conservando las mismas fronteras.
El gobierno ejecutivo está atribuido al Rey (y a sus sucesores "en la soberanía del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda").
El gobierno ejecutivo podrá ser ejercido por el monarca en persona, o por un gobernador general en su representación.
El Gobernador General puede designar un Consejo Ejecutivo que lo aconseje en el gobierno de la Unión.
Los consejeros ejecutivos desempeñarán su cargo durante todo el tiempo que considere conveniente el Gobernador General.
Todas las designaciones o remociones en el servicio público de la Unión están bajo el control del Gobernador General en Consejo.
Los ocho Senadores designados por el Gobernador general en Consejo ocuparán el cargo durante diez años.
Los Senadores designados retendrán sus bancas en caso de disolución del Senado, prestando servicios hasta que su mandato expire.
Deben encontrarse registrados como votantes y haber residido dentro de la Unión durante al menos cinco años.
Aquellos Senadores que son elegidos (aquellos no designados por el Gobernador General en Consejo) deben poseer bienes inmuebles por valor de al menos 500 libras esterlinas.
Un Senador puede renunciar a su cargo comunicando esta intención, por escrito, al Gobernador General.
El parlamento tendrá pleno poder para hacer leyes para la paz, orden, y buen gobierno de la Unión.
Todos los actos ejecutivos acerca de asuntos provinciales serán hechos en su nombre.