La anencefalia se divide en dos subcategorías: la más suave conocida como meroacrania, la cual describe un defecto pequeño en la cámara craneal cubierta por el área cerebrovascular y la más severa conocida como holoacrania donde el cerebro está completamente ausente.
En estas condiciones, los recién nacidos son inconscientes, además de ciegos, sordos, e insensibles al dolor.
Esta condición es uno de los trastornos menos comunes del sistema nervioso central fetal.
[cita requerida][1] No hay cura o tratamiento estándar para la anencefalia y el pronóstico para los individuos afectados es pobre.
Si el niño no nace muerto, por lo general fallece algunas horas o días después del nacimiento.