También aumenta la eliminación de iones fosfato; el Calcio y el magnesio no se alteran.
[2][3][4] La anhidrasa carbónica se encuentra en varios tejidos extrarrenales, entre ellos los ojos (disminuye la formación de humor acuoso), mucosa gástrica, páncreas, SNC y eritrocitos (aumenta el CO2 en los tejidos periféricos y disminuye en el gas espirado).
Por tanto, tiene acciones natriuréticas y diuréticas además de eliminar bicarbonato en la orina.
La acetazolamida también puede producir una acidosis metabólica, una alteración del balance electrolítico (por lo que se debe monitorizar los niveles de pH sanguíneo y el potasio para evitar la hipopotasemia), así como mareos, miopía transitoria, heces en melena, hematuria (sangre en la orina), dolor al orinar, coloración amarillenta de la piel u ojos, glucosuria, sarpullido (erupciones en la piel), insuficiencia hepática, parálisis flácida o convulsiones.
En raros casos, pueden darse efectos secundarios típicos de sulfamidas como fiebre, discrasias sanguíneas, erupciones cutáneas, cristaluria o lesiones renales, así como reacciones severas a sulfamidas, como el síndrome de Stevens-Johnson, necrólisis epidérmica tóxica, necrosis hepática fulminante, agranulocitosis, anemia aplástica y otras discrasias sanguíneas.