Los orígenes del nombre asignado a este tipo de aceros permanece hoy día en controversia.
Sin embargo parece seguro que la palabra hace referencia a las espadas elaboradas antaño en Damasco, a pesar de ello existen diferentes fuentes igualmente probables para detallar el nombre.
Los herreros de la India y Sri Lanka quizás en el 100 a. C. desarrollaron una técnica conocida como acero wootz que elaboraba un acero con muy alto contenido de carbono, en una pureza y resistencia desconocida en la época.
El proceso exacto es desconocido hoy en día, pero se sabe que en la manufactura los carburos llegaban a precipitar en forma de micro partículas ordenadas en capas o bandas en el cuerpo de la hoja.
Los carburos, que son más duros, permiten dar esta característica mixta de dureza y flexibilidad, ideal para las espadas.