Acer opalus subsp. granatense

Las hojas son opuestas y palmadas, el pecíolo es largo y rojizo, las flores son amarillentas, dispuestas en corimbos colgantes, los frutos, que maduran en otoño, los forman dos núculas unidas (disámara).Florece en marzo y abril (hemisferio norte), coincidiendo con la salida de las hojas.Prefiere lugares poco soleados, en barrancos con suelos frescos y profundos junto a robles, endrinos, majuelos, agracejos, tejos, etc, en el piso bioclimático supramediterráneo, entre los 1.200 y los 2.000 metros de altitud.[1]​ Acer: nombre genérico que procede del latín ǎcěr, -ĕris = (afilado), referido a las puntas características de las hojas o a la dureza de la madera que, supuestamente, se utilizaría para fabricar lanzas.Ya citado en, entre otros, Plinio el Viejo, 16, XXVI/XXVII, refiriéndose a unas cuantas especies de Arce.