La enfermedad cerebrovascular isquémica es una patología neurológica ocasionada por una obstrucción de una arteria del cerebro.
Este hecho puede derivar en un accidente isquémico transitorio o convertirse en una enfermedad cerebrovascular permanente.
La gravedad del daño cerebral es variable y puede ser leve o severa.
[1] La isquemia cerebral se puede diagnosticar con una resonancia magnética o con una tomografía computada.
[2] Se confirma con la presencia de una lesión hipodensa que compromete un territorio vascular bien definido.