Un acarinario es una estructura anatómica especializada que ha evolucionado para facilitar la retención de ácaros en el cuerpo del organismo huésped, comúnmente una abeja o avispa.
[1] El acarinario ha evolucionado para incrementar la relación mutualista entre ciertos ácaros y organismos hospedantes.
Los ejemplos más conocidos existen en himenópteros apócritos, en especies que típicamente hacen nidos.
Es de sañalar que los acarinarios suelen estar presentes solo en las hembras, ya que solo las hembras construyen y provisionan los nidos.
[3] La presencia o ausencia de esta estructura sirve como un rasgo taxonómico.