Su único director fue el ingeniero militar español Sebastián Fernández de Medrano.
Por lo que se refiere al plan de estudios, los oficiales estaban en el centro dos años, y los cadetes, tres.
[4] Al terminar este año suplementario recibían el título de Ingeniero o Arquitecto Militar y no debían retornar a sus regimientos de origen.
En la Academia Militar de Bruselas las clases se daban en español, neerlandés[6] y francés, lengua esta mayoritaria en la oficialidad del ejército de los Países Bajos españoles.
Se puede decir que su continuación fue la Real Academia Militar de Matemáticas y Fortificación, fundada por Jorge Próspero de Verboom, en Barcelona en 1720.