Abujardadora

Así, al decidir qué acabado se debe aplicar desempeñan un papel primordial el tipo de piedra, el uso y la ubicación.

Las posibilidades son: serrado, pulido, apomazado, flameado, abujardado, arenado y granallado, entre otras.

En la actualidad se utilizan máquinas automáticas que utilizan martillos neumáticos, que a su vez golpean sobre la superficie mediante bujardas.

La aplicación más extendida y valorada por su aspecto final sigue siendo el abujardado clásico, mediante el golpeo de bujardas.

No discrimina el área útil de trabajo, sino que se controla tanto el espesor, como la superficie total del tablero, independientemente de las irregularidades que presente en su contorno, por muy variables que éstas sean y se aplica un perímetro de seguridad en todo su contorno de trabajo, variable y parametrizable.