Huérfano, cuando aún era un niño, trabajó para sus hermanos como pastor de ovejas, pero desde muy joven sintió el deseo del conocimiento, por lo que huyó de su casa, y tras pasar por Sevilla y Jerez, se embarcó en Algeciras hacia la otra orilla del Mediterráneo.Allí se formó con grandes eruditos de las ciencias islámicas exotéricas y esotéricas como Ibn Hirzihim o Abu Gálib.Al morir su maestro Abu Ya'za partió hacia Oriente, pero se estableció en Bugía hacia 1177, donde habitaba una importante comunidad de emigrantes andalusíes y donde derramó su sabiduría y santidad entre sus numerosos discípulos y el pueblo en general, especialmente entre aquellos que se acercaban a sus «sesiones de admonición», en las que trataba asuntos de diversa índole, incluyendo los temas doctrinales o políticos.Puso énfasis en la ortopraxis, en la conducta moral, aunque su vía espiritual también estaba orientada al conocimiento, a la doctrina esotérica y la iluminación gnóstica.El objetivo fundamental de su enseñanza era llegar a Dios, vivir su proximidad y su Presencia.Allí se erigió en su memoria un mausoleo, una mezquita, una madraza y un hammam: un conjunto arquitectónico, que es joya del arte islámico universal de estilo hispano-magrebí.