Abu El-Ola

Tomó el nombre de al-Mamún y pasó a África con un poderoso ejército declarando la guerra a su sobrino Yahya al-Mutásim, quien había sido proclamado califa por los asesinos de al-Ádil.Venció a Yahya y tomó Marruecos, pero al descuidar el gobierno de al-Ándalus, surgieron las terceras taifas, quedando así muy limitado el poder de los almohades en 1230.[4]​ La sombría situación militar en la península ibérica hizo que al-Ádil optase por pasar al Magreb, Abu l-Ola quedó encargado de los territorios andalusíes que reconocían su autoridad, muy castigados por las incursiones leonesas y castellanas, y por la rebelión de El Baezano, que se había alzado contra al-Ádil en el invierno del 1224.[5]​ Acataron su autoridad Sevilla, la zona valenciana y parte de al-Ándalus.En octubre del 1228, pasó al Magreb y logró expulsar de la capital almohade a su sobrino al-Mutásim, pero perdió al mismo tiempo el dominio de la península ibérica, que se dividió en las terceras taifas, e Ifriquiya, que gobernaban autónomamente los hafsíes desde el 1223.