En marzo de 1911 se incorporó a las fuerzas del movimiento zapatista, siendo Jefe del Estado Mayor del general Emiliano Zapata, prestando servicios hasta el fin de la Revolución maderista.
En 1912 logró participar durante el ataque y sitio de Cuautla.
Abraham Martínez recibió una comisión de Zapata en la que se le encomendaba llevar informes de diversos asuntos a la Ciudad de México.
No logró reunirse otra vez con Zapata, hasta que se proclamó el Plan de Ayala.
Fue muerto por las tropas huertistas durante una de éstas comisiones.