Subió de rango hasta convertirse en teniente general, teniendo un destacado papel en la guerra Irán-Irak.
Era el guardaespaldas preferido de Sadam Huseín y, finalmente, este le convirtió en su secretario personal en 1991.
Era primo lejano del dictador iraquí y los analistas le consideraban como la mano derecha de este.
Siempre mantuvo contacto constante con Sadam Huseín y actuaba como su guardabarrera.
El 29 de abril de 2008, compareció ante el Tribunal de Irak y fue juzgado junto a otros seis altos dirigentes baazistas, incluidos Tarek Aziz, Ali Hasán al Mayid, Watban Ibrahim al Hasán y Sabawi Ibrahim al Hasán.