Abel de Lobbes
Es considerado como santo por la Iglesia católica y su memoria litúrgica se celebra el 5 de agosto.Abel nació en el reino anglosajón de Escocia en el siglo VII.Pipino el Breve, buscando reconciliarse con la iglesia franca (por los abusos cometidos por su padre Carlos Martel), destituyó al obispo Milo de Reims, y en su lugar nombre a Abel, quien era de su entera confianza.[2] Cumpliendo su mandato, Abel abandonó su sede en misión, tras lo cual sus adversarios usurparon su episcopado.Cuando regresó, Abel, cansado de las divisiones y el caos que encontró, se retiró a Lobbes, en los Reinos Merovingios (hoy Bélgica), donde ingresó a la orden de los benedictinos.