Abadía de San Quirce
Vicente Lampérez y Romea remonta el origen de la iglesia al siglo x.[1] El imafronte principal del templo está orientado al oeste.[1] En las enjutas del arco de una puerta en el lado norte aparecerían empotradas en pintoresco desorden hasta quince piedras esculpidas con escenas variadas, como la figura del Salvador en la tradicional postura que le asigna el arte románico, la Visitación de la Virgen, figuras de santos, signos del Zodíaco y un ballestero preparando su arma.[1] El único ábside que tiene la iglesia presenta al exterior rudos contrafuertes, entre los que se abren óculos de sencilla composición, cubriendo este cuerpo su bóveda con hiladas de piedra en vierteaguas.[1][2] El 3 de junio de 1931, durante la Segunda República, fue declarada monumento histórico-artístico perteneciente al tesoro nacional, mediante un decreto publicado el día siguiente en la Gaceta de Madrid, con la rúbrica del presidente del Gobierno provisional, Niceto Alcalá-Zamora, y del ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, Marcelino Domingo.