Abadía de Kells

La Abadía de Kells fue fundada en primer lugar por San Columba probablemente en el año 554.

Hubo continuas incursiones vikingas en la abadía durante el siglo X y fue repetidamente saqueada.

En el siglo XII el monasterio fue disuelto y la abadía se convirtió en parroquia, continuando allí el Libro de Kells.

El libro permaneció en Kells hasta 1650 cuando las tropas de Cromwell acamparon en la ciudad, siendo enviado a Dublín para protegerlo.

El cementerio tiene como elementos destacables una gran torre circular y cuatro grandes cruces.

Torre circular del monasterio.
La iglesia y el cementerio de Kells.
La gran cruz celta de San Patricio y Columbano.
La gran cruz celta de East Cross.