Fundada por Hildegarda de Bingen en 1165, fue disuelta en 1804, pero restaurada, con nuevos edificios, en 1904.[1] Tras el Reichsdeputationshauptschluss (mediatización alemana), los terrenos que poseía el convento pasaron a formar parte de los dominios del príncipe de Nassau-Weilburg, quien, en 1831, llegó a comprar tanto el monasterio como su iglesia.Un visitante observó a las monjas utilizando sistemas GPS, ordenadores y modernos utensilios de cocina.Una segunda grabación apareció en 1979, para recordar el 800 aniversario de la muerte de Hildegarda, incluyendo las mismas piezas y antífonas, un himno, un responsorio y partes del Ordo virtutum.En 1989 apareció una tercera grabación, dirigida por P. Johannes Berchmans Göschl, estudioso del canto gregoriano.
Estatua de Hildegarda de Bingen, bronce de Karlheinz Oswald (1998)