La campiña o marisma (sx.t en singular) de Aaru (Iaru, Aalu, Yaar o Yalu) era el lugar paradisíaco donde reinaba Osiris, y morada también de Ra Hor-Ajti, Seth y otros dioses importantes, según la mitología egipcia.
“Pon tu morada en la Campiña de las Ofrendas, entre las estrellas imperecederas (Pyr.
El lugar donde moraba Osiris también fue denominado, a veces, Campo de Ofrendas, Sejet Hetep (sx.t-Htp) en egipcio antiguo.
Solamente a los espíritus cuyos actos pasados terrenales (conciencia y moralidad, representados por el corazón) pesaban igual que el Maat (la armonía cósmica, representada simbólicamente por una pluma) les era permitido comenzar un largo y peligroso viaje al Aaru, para disfrutar placenteramente por toda la eternidad.
En este viaje estaba expuesto a múltiples peligros y, para evitarlos, el espíritu del difunto dependía de la energía y conocimientos que hubiera adquirido en la vida pasada, y de las palabras mágicas registradas en el Libro de los muertos.